Se pensaba que el principal
papel de la escuela era la formación religiosa y moral de los niños. La educación
debía servir primordialmente para enseñar la doctrina
cristiana
y la lectura, que era un auxiliar en el aprendizaje de la religión.
Uno de los motivos fundamentales para recomendar la fundación de las escuelas
pías
en 1786
fue “la multitud de jóvenes muy tiernos, y de mancebos muy adultos, vagando por
las calles y barrios, y muy ignorantes, aún de los principios esenciales de
Nuestra Religión para salvarse”
Las autoridades se preocupaban
por la formación moral
de la juventud: transmitir una moral necesaria no sólo para la salvación de sus
almas sino para el orden y la paz de la sociedad.
La influencia ilustrada se
manifestaba en un mayor interés por promover hábitos de la industria y
habilidades técnicas entre los educandos. No sólo se esperaba producir un
hombre religioso
y moral
sino un trabajador ordenado y capaz. De esa manera se recomendaba enseñar a los
niños de las escuelas pías, lectura, escritura y aritmética,
además de la religión.
Con las cortes españolas
ciertas ideas “tradicionales-ilustradas” que el Estado había sostenido fueron
reiteradas, y algunas otras que derivaban del pensamiento liberal, fueron
introducidas o expresadas con mayor fuerza. La enseñanza religiosa
y moral
seguía en un lugar central, pero se añadieron otros conceptos. Las Cortes
siguieron haciendo hincapié en la instrucción técnica, e introdujeron la
educación civil para formar buenos ciudadanos, conscientes de sus derechos y
obligaciones. De esta forma se incluyeron en las asignaturas obligatorias de
las escuelas públicas la enseñanza civil, y se
recomendó incluir el dibujo en el plan de estudios como preparación para carreras
técnicas.
Al terminar las primeras letras, alrededor de los once años, los niños acomodados y algunos pobres becados entraban a los colegios mayores o al seminario para estudiar la gramática latina por dos años y después el curso de humanidades y filosofía que les garantizaba el título de bachiller. Luego podían estudiar carrera de leyes, medicina, ingeniería, filosofía o teología a nivel de estudios mayores en los colegios para obtener la licenciatura.