Los pueblos
mesoamericanos eran conscientes de que toda la población debía
recibir un mínimo de instrucción, por lo que había escuelas para las clases
altas de la sociedad y escuelas para los sectores populares, también
diferenciando la educación de los hombres y de las mujeres. La principal
referencia para estudiar la educación del México prehispánico es la educación
del pueblo mexica.
Los antecedentes prehispánicos de
las escuelas eran el Calmecac y el Tepochcalli que fungían como los principales
recintos de educación del pueblo Mexica; cabe señalar que esta educación no era
exclusiva de este pueblo, ya que se sabe el modelo era compartido por
diferentes pueblos mesoamericanos.
La escuela para la nobleza era el
Calmécac;
en este lugar se les enseñaba, entre otras cosas, historia y astronomía, la
medición del tiempo, música y filosofía, religión, hábitos de limpieza,
cuestiones de economía y gobierno, y sobre todo, disciplina y valores morales,
ya que los principales rubros a cubrir por parte de estas sociedades incluían
el aspecto militar, religioso, ya que era el sector social encargado de
gobernar. A estas escuelas asistían los hijos de los sacerdotes, guerreros,
jueces, senadores, maestros y gobernantes.
Para el pueblo, existía una
escuela llamada Telpochcalli. Se encontraba una escuela de este
tipo en cada barrio o Calpulli. Allí se les enseñaba a los macehualtzin a servir a
su comunidad y a la nobleza, pero principalmente se les enseñaban distintas
habilidades para la guerra.
Las mujeres del México
prehispánico eran educadas en casa por sus madres en las labores del hogar y
valores morales. Sin embargo había una escuela llamada Ichpochcalli para quienes aspiraban a convertirse en sacerdotisas, únicamente pudiendo
acceder a esta las mujeres de la nobleza. También había escuelas especiales
llamadas Cuicacalli donde se les enseñaba a cantar, bailar, entre otras
actividades, siempre con un fin religioso, aunque esta última no era
exclusivamente para las mujeres.